Amor dentro y más allá de las fronteras

by Bishop Joensen | January 14, 2025

Bishop William Joensen

La mitad de nuestros sacerdotes asignados en activo y muchas hermanas religiosas de la Diócesis de Des Moines vienen de países fuera de los Estados Unidos. Su ministerio entre nosotros es crucial para animar la vida sacramental en nuestras parroquias, especialmente la Santa Misa, y para el cuidado pastoral en general en hospitales, prisiones y otras instalaciones. Para que los sacerdotes internacionales puedan servir aquí es necesaria una coordinación que incluye a los (arz)obispos nativos de las (arqui)diócesis, personal diocesano y, por supuesto, personas en las parroquias locales e instituciones en que sirven.

Una persona que ha sido esencial en ayudarnos durante años para asegurarse que la gente tenga acceso al ministerio de sacerdotes y hermanas religiosas de nuestra Diócesis es Lori Chesser, una muy respetada abogada de inmigración y promotora de una reforma migratoria con el despacho de abogados Dentons Davis Brown en Des Moines. Lori y su equipo son expertos y expeditos en conseguir visas y ayudando a las personas en sus negociaciones de sus extensos procesos y permitiendo al clero y a otros a trabajar y vivir en el país en una variedad de circunstancias. Estamos agradecidos por todo lo que ella y su equipo hacer en servicio de la Iglesia.

El mencionar el tema de inmigración en grupos mixtos puede elevar rápidamente la temperatura de la habitación. Aunque han pasado ya un par de meses desde nuestra más reciente elección nacional, ahora que está por iniciar una nueva legislatura estatal y que la administración ejecutiva de nuestra nación está cambiando de manos, podemos esperar que vaya a aumentar la intensidad del enfoque en inmigración y en las diversas propuestas para rectificar el inaceptable estado de los asuntos de nuestro país, causando controversias.  Al igual que con otros asuntos volátiles, cualquier confianza en argumentos razonables y conversaciones cándidas con personas que tienen diferentes puntos de vista y prioridades, puede salir rápidamente por la ventana cuando una simple discusión se convierte en debates acalorados que aceleran el endurecimiento de corazones y que se ensordezcan los oídos. Esta dinámica puede sacar a relucir no solamente diferencias partidistas o grupos de intereses especiales; está presente dentro de nuestra Iglesia y muchas de nuestras familias.

Cuando hablamos de inmigración, la fe católica consulta las Escrituras tales como la Primera Carta de Juan 4:20: “Si alguno dice: ‘Amo a Dios’, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve.” También observamos la tradición de la Enseñanza Social Católica para que nos guíe y nos ilumine; por ejemplo, esta liga: usccb.org/committees/migration

Pero a nivel humano, el esfuerzo por lograr la unidad y la concordia incluso entre hermanos católicos cristianos cuando se trata de los bienes competentes con respecto a los asuntos de inmigración, no son principalmente un asunto de una deducción racional de principios. Nuestra fe, nuestros temores, nuestros lazos familiares y otras asociaciones personales han dado forma a nuestras actitudes y posiciones que apoyamos más allá de la casilla de votación.

Nadie conoce mejor cómo los retos y los asuntos relacionados con la inmigración golpean los hogares como Lori Chesser y su esposo desde hace 37 años, John. Ambos son miembros de la parroquia de San Agustín en Des Moines. En la reciente edición de Living City, la revista bimensual del movimiento de espiritualidad, fe y asuntos culturales Focolare, el artículo de dos páginas de los Chesser, “Viviendo la Política de la Vida Diaria,” da detalles sobre sus propias batallas personales dados sus contrastantes antecedentes y puntos de vista. Ellos ofrecen una sabiduría práctica sobre como tratarse uno al otro y mantenerse abiertos a ser transformados en el transcurso de sus intentos de amarse y dialogar de acuerdo con la gracia de Dios. Tomé una muestra de las experiencias y consejos de los Chesser:

“Cuando un muchacho republicano del sur y una muchacha demócrata del norte se conocen en la escuela de Derecho, no sorprende a nadie que la conversación se vuelve política. Más sorprendentemente aún es que nos casamos y continuamos con la discusión por los siguientes treinta y siete años.” “Cuando Lori empezó a participar activamente en la política de inmigración a fines de los noventa, John la apoyaba a sus contactos y aprendió los trabajos internos de la promoción. Pero teníamos perspectivas diferentes sobre las mejores tácticas y soluciones, lo que nos llevó a algunos intercambios frustrantes.”

“El estar casado significa que no puedes decir ‘¡estás loco!’ e irte. Tuvimos que cavar en nuestras propias creencias y sacar de raíz las inconsistencias, tendencias irracionales y el deseo de aferrarse a lo que es cómodo. No toma solamente tiempo sino también la habilidad de ver al Jesús abandonado cuando no nos podemos poner de acuerdo.” Esta mención de Cristo surge de la reflexión de la fundadora de Focolare, Chiara Lubich. “Lo vemos no solamente en nuestros sufrimientos personales, que nunca faltan, pero en aquellos de nuestro prójimo, frecuentemente solo, abandonado, olvidado, en la separación entre generaciones, entre ricos y pobres, dentro de la Iglesia misma en veces y, después, entre iglesias.”

Los Chesser recuerdan la tensión que surgió entre los padres de Lori y de John en medio del trabajo de Lori para reformar la ley migratoria. “Ella se sintió herida y molesta cuando los padres de John le dieron un punto de vista contrario.” Fue fácil el utilizar la distancia física entre ellos como una excusa para mantener la distancia emocional. Con el tiempo, ella reconoció la pérdida de la oportunidad y tiene mayor aprecio por la necesidad de poner las relaciones por delante de las ideologías – especialmente cuando la salud de los padres de John se debilitaba – y el estar presente a nivel físico y espiritual. “Fue una lección difícil, pero que trato de mantenerla presente.”

Lori y John son los suficientemente desafiantes para traer y ofrecer otras perspectivas en su matrimonio, y en su trabajo tanto en las áreas corporativas y sin fines de lucro, tal como la participación de John en la Red de iowa en Contra del Tráfico Humano (Iowa Network Against Human Trafficking), junto con otras participaciones en su parroquia. Ellos comentan, “el valor de discutir cándidamente algún asunto excede por mucho el riesgo de que estemos en desacuerdo. Por el otro lado, tratamos de evitar la tentación de no expresar un punto de vista opuesto simplemente porque preferiríamos relajarnos y ver la televisión en vez de enfrentar los retos del diálogo.” 

Aplican la misma máxima en situaciones en grupo: “También hemos aprendido a nunca asumir que un grupo está de acuerdo con una decisión importante sin antes hablar sobre ello. Cuando no motivamos activamente a la gente a compartir sus perspectivas, a veces enterramos problemas que van a explotar eventualmente.”

Más que nada, la necesidad de escuchar verdaderamente es primordial: “Esto significa escuchar para entender, no solamente como una pausa para reforzar nuestro siguiente punto de vista. Sin embargo, es importante el entender a la persona que está hablando tanto como el punto que está expresando. En veces una discusión parece que no a ningún nivel racional construye una nueva relación basada en la confianza porque escuchamos con atención hasta el final. Cuando la gente se siente amada y respetada, ellos posicionan a las personas por encima de las ideas y se vuelven más objetivas respecto a las opiniones. Y cuando se construye la confianza, comienzan a parecer manejables esos obstáculos que al principio parecían insuperables.” Y cuando esto sucedo, si puedo hablar en nombre de la vocalmente talentosa Lori, eso es música para sus oídos y para los de todos.

Gracias al Centro de Estudiantes de Santa Catalina de Siena en la Universidad de Drake, tenemos dos próximas oportunidades para escuchar, conectarnos, y – esperemos – dialogar con otros de una forma en que podamos aclarar malentendidos, construir confianza e incluso transformar mentes y actitudes respecto a la política de inmigración en nuestro país. El primero será el domingo 2 de febrero a las 2 pm en el Centro Pastoral Católico de la Diócesis, en la 602 Grand Avenue. Tendremos un panel de discusión que va a tratar “El Estado Actual de la Inmigración en Iowa,” en el que estarán Lori Chesser, Yer Vang (Directora de Servicios Legales de Inmigración de la Arquidiócesis de Dubuque), y representantes de Caridades Católicas (Catholic Charities), Servicios Lutero de Iowa (Luther Services of Iowa), y el Movimiento de Iowa por la Justicia para Migrantes (Iowa Movement for Migrant Justice.)

La segunda oportunidad es el evento inaugural en la Serie de Diálogos de Santa Catalina de Siena. El obispo católico, Mark Seitz de El Paso Texas hablará el domingo 2 de marzo a las 2 pm en el Auditorio Sheslow en el campus de la Universidad de Drake.  Su sesión está titulada, “Rotos en la Frontera.” Como relata la preliminar del evento, “al haber pasado años caminando con inmigrantes, trabajando con oficiales electos en Texas, y conversando con agentes fronterizos, [el Obispo Seitz] compartirá su perspectiva sobre un tema que ven muchos americanos como críticamente importante para el futuro de nuestro país.”

Espero que consideren tomar parte en estos eventos y que, si lo hacen, lo hagan abiertamente y pidiendo al Espíritu Santo el don del entendimiento, consejo y fortaleza a ser vulnerables y honestos, a ser firmes cuando sea necesario y a la vez lo suficientemente humildes para permitir que el diálogo transforme nuestro punto de vista sobre nuestro mundo, nuestro país, nuestro prójimo, nuestra Iglesia. Porque en este Año de Jubileo en que debemos ser peregrinos de esperanza, gracias a los Chesser aprendemos de la visión de Chiara Lubich quien redefine la política como el “amor de todos los amores.” De seguro la experiencia de un diálogo genuino es en sí mismo un acto de caridad fraternal que en sí mismo siembre esperanza y que ayuda a cultivar conexiones con Cristo aquí mismo en nuestra propia casa.

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Finalmente ofrecemos un ramo de agradecimiento y de alabanzas a Dios por uno de mis predecesores, el Obispo Emérito Joseph L. Charron, C.PP.S., quien celebrará su 35vo aniversario de ordenación episcopal el 25 de enero, la Fiesta de la Conversión de San Pablo. El Obispo Charron sirvió primeramente como Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de St. Paul y Mineápolis antes de ser llamado a ser el 8vo Obispo de Des Moines de 1994-2007.  Él sigue ofreciendo su presencia y oraciones como un conducto de gracias para nuestra Diócesis, y yo estoy personalmente agradecido con su acompañamiento espiritual y sus consejos. Si gustan enviar una tarjeta de felicitación o correo electrónico al Obispo Charron, pueden hacerlo a: Most Reverend Joseph L. Charron, C.PP.S., 601 Grand Avenue, Des Moines, IA 50309; jcharron@dmdiocese.org.

Bishop Joensen

The Most Rev. William M. Joensen, Ph.D. was ordained and installed in 2019 as bishop of the Diocese of Des Moines. Born in 1960, Bishop Joensen completed studies at the Pontifical College Josephinum in Ohio and was ordained a priest in 1989. He earned a doctorate in philosophy at The Catholic University of America in Washington, D.C. in 2001. He has served in parishes, as spiritual director at St. Pius X Seminary in Dubuque and in a variety of roles at Loras College in Dubuque.